César David Gastelbondo Calderón es ingeniero electrónico graduado, y se encuentra en espera de obtener su título como ingeniero mecánico. Actualmente adelanta estudios en la Maestría en Administración de Negocios en el Tecnológico de Monterrey.

Cuando adelantaba sexto semestre de Ingeniería Electrónica vio la necesidad de implementar procesos de mecánica en un brazo robótico que desarrollaba para una clase, por lo que solicitó ayuda al director del programa de ese momento, el ingeniero Darío Martínez y él le dijo, en chanza, que por qué no estudiaba Ingeniería Mecánica. Este comentario fue el origen para que decidiera iniciar su segunda carrera en la Unibagué, en simultánea con Electrónica. “Creo que para esa época, 2010, era el único estudiante que hacía dos carreras al tiempo, no había políticas establecidas del número de materias por lo que alcance a ver 12 materias en un semestre”, enfatizó Gastelbondo.

Para 2012, la Unibagué firmó un convenio de cooperación con Cemex Colombia S.A, la cual brinda becas del 70 y 100 por ciento a los mejores estudiantes de la Facultad de Ingeniería. César, fue uno de los primeros estudiantes que obtuvo este beneficio siendo becado por su promedio de 4,68.

“Una de las condiciones de Cemex era que el promedio se debía mantener o subir, y al haber obtenido la beca con un promedio tan alto el reto fue mayor; logré sostenerla en mis últimos tres semestres y luego realizar mi práctica profesional en la planta Cemex de Caracolito”, agregó. 
Antes de entrar a Cemex trabajó en la Unidad de Emprendimiento de la Unibagué, allí asesoraba prototipos a los estudiantes que participan en las ferias organizadas por el área. “En la Unidad de Emprendimiento, además de aportar mis conocimientos, también vi muchas opciones para crear empresa, conocí aspectos de análisis de proyectos, cómo estudiar el mercado y estos aspectos lo he ido aplicando en los últimos años al negocio de mi familia”.

En su práctica profesional en Cemex, Gastelbondo desarrolló un software de control y monitoreo de los vehículos de carga, con el fin de medir el sistema de lubricación y plan de mantenimiento, el cual le sirvió como proyecto de grado en Ingeniería Mecánica.

A sus 26 años ha conocido 35 países y habla cuatro idiomas. Inglés, francés, alemán y mandarín. “Mis papás comenzaron a viajar cuando yo tenía 16 años, así que me llevaban a sus viajes y eso me abrió mucho la mente y me ha ayudado a ver las cosas con perspectiva diferente; pero, también ha hecho que sea una persona inquieta, no puedo quedarme quieto en un mismo lugar”.

“Una vez terminé Ingeniería Mecánica en la Unibagué y finalicé la práctica en Cemex, me interesé por el negocio familiar. Mis papás han trabajado los últimos quince años en una empresa de uniformes y dotaciones, la cual nació en respuesta a la necesidad del sector productivo de la región de tener un proveedor de elementos de vestuario, protección personal y seguridad industrial”.

Gascal, contaba para 2015 con cuatro sedes en Ibagué, Espinal y Girardot, una vez César se incorporó en la compañía y se familiarizo con ella, propuso abrir un punto de venta en la ciudad de Neiva, pero independiente de Gascal y con un régimen simplificado a nombre de él.

“Mis papás siempre lo habían querido pero la oportunidad nunca se había presentado por lo que al entrar a Gascal lo vi como una opción. En primera instancia de independizarme, y ellos aceptaron. Allí comencé con una gran competencia existían aproximadamente 15 locales similares en la misma calle donde instale mi almacén, Uniformes y Dotaciones, yo era el único empleado y dormía en la bodega para ahorrar gastos. Fue con servicio al cliente, visitando empresas y generándoles la necesidad de mis productos, que tres meses después de crear el punto de Neiva ya contaba con tres colaboradores en el almacén y el mercado respondía muy bien, por lo que me lancé a abrir un nuevo punto en Pitalito”.

En Neiva generó un software en línea de facturación, inventarios y control de cartera que funcionaba en red, codificando el inventario de Neiva y Pitalito. “Decidí aplicar cosas nuevas que desde la ingeniería aportaban mucho al negocio y que desde la Unidad de Emprendimiento de la Universidad vi que eran fundamentales para el crecimiento empresarial”, resaltó César.

“Al ver los resultados de mi independencia y el crecimiento que logre en el Huila, con mi familia decidimos fusionar las empresas y fue así como nos convertimos para finales de 2016 en Gascal Uniformes y Dotaciones”.

Actualmente César es el gerente de producción y logística de Gascal, se encuentra en un periodo sucesión y herencia de la totalidad del negocio puesto que sus padres se quieren retirar y ha generado la apertura de tres sedes más en el país siendo ellas Barranquilla, Armenia y Palmira.

El objetivo es mantener la buena imagen, sostenerla y fortalecerla realizando estrategias comerciales y trabajando con empresas reconocidas como Arroz Diana, Texaco, Terpel y una organización canadiense de medicamentos. “Aunque los negocios sean fríos, uno como persona debe ser cálido, por lo que el servicio al cliente es fundamental en este crecimiento empresarial”.

Agradece a sus docentes Darío Martínez, Carlos Julio Moya y Rodolfo Gutiérrez, porque siempre lo trataron como un igual, y le dieron la confianza suficiente para desarrollar sus dos ingenierías.

“Los primeros 25 años de mi vida me dedique a estudiar, a aprender, a ser autodidacta en muchos ámbitos y a desarrollar los dos hemisferios del cerebro; por ello, ahora disfruto lo que hago. Soy más de números que de ciencias sociales, pero el truco está en tener actitud, en generar un impacto con lo que hacemos. El consejo que le doy a los estudiantes es que aprovechen a los docentes, aprendan de ellos lo que más puedan, pero también, sean inquietos con el conocimiento y aprendan de todo un poco”, recalcó Gastelbondo.