Un camino de importantes logros y grandes retos

Juan Camilo Herrera es uno de los graduados destacados de la Universidad de Ibagué y es una muestra fehaciente de la calidad formativa de nuestro plantel educativo. Jurista interesado en comprender y difundir el funcionamiento jurídico de su país y de su continente, quien, a través de sus investigaciones, vislumbra una Latinoamérica integrada en lo económico, político y social. 

Regresó hace pocos meses para trabajar en Colombia, luego de ejercer como Docente e Investigador en Europa y terminar su maestría y doctorado en derecho, en la Universitat Pompeu Fabra, de Barcelona. Así como estudios de posdoctorado en Heidelberg-Alemania, en el Max Planck Institute for Comparative Public Law and International Law.

Desde el inicio de su formación profesional, se perfiló como un estudiante destacado, altamente interesado en estudiar el funcionamiento del Estado y lo público. “El Derecho empezó a tener sentido para mí cuando, precisamente en la Universidad de Ibagué, tuve acceso a las sentencias de la Corte Constitucional en las que, se proscribía que el Estado pudiera intervenir en la órbita privada de las personas o que esta Corte determinara que el derecho es lo que los jueces dicen que es por medio de sus sentencias”.Recuerda Herrera.

Ese interés, día a día, se volvió un desafío y desde entonces inició el deseo por trabajar para este tribunal, no por capricho o deseo de distinción, sino porque esa era la institución afín a sus intereses personales y profesionales en ese momento. “Siempre tuve el deseo de, por lo menos, hacer mi práctica profesional en la Corte Constitucional. Apliqué y fui seleccionado. Sin darme cuenta, terminé trabajando como funcionario de esa Corporación por varios años”.

Durante un poco más de 5 años, Juan se desempeñó como funcionario de la Corte Constitucional de Colombia, época en la que tuvo la posibilidad de conocer de primera mano varios casos de importancia nacional e internacional.

Luego de vivir su primera etapa profesional hasta 2011 y de abrazar su primer sueño, Juan Camilo decidió renunciar y perseguir un viejo interés por Latinoamérica. Por lo que viajó durante varios meses por casi toda América del Sur. Una vez culminó este recorrido, se instaló en Australia para estudiar inglés con propósitos académicos y alternamente trabajar en oficios varios como aseador y mesero. Siguiendo su convicción de viajero, empacó maletas y emprendió una nueva aventura exploratoria de varios meses por el Sudeste Asiático.

“Esa idea, que desde Ibagué parecía lejana, se materializó: abrazar el sueño y entender que la utopía se podía realizar; fue maravilloso verme trabajando en temas de alto impacto para el país y después en mis estudios de posgrado y viajes compartiendo con personas de múltiples orígenes”, comenta Herrera.

Y añade: “El modelo constitucional colombiano es atípico, nuestra Corte da espacios de participación a muchas voces y es un tribunal que se ha destacado en el mundo. He viajado al exterior, para aprender de la integración supranacional europea así como para compartir y discutir con múltiples personas lo que el derecho colombiano y latinoamericano pueden aportar a las discusiones globales”.

Trabajar para la Corte Constitucional ha sido uno de sus grandes logros profesionales, además de sus múltiples publicaciones. Sus investigaciones se encuentran divididas en dos grandes áreas, la primera, en la integración economica, política y social de America Latina, y la segunda, está relacionada con el Derecho Constitucional y los Derechos Fundamentales en el sistema interamericano.

En pocos meses será publicada en México su tesis doctoral coeditada por la UNAM y el Instituto Max Planck con el título: Las cláusulas durmientes de integración latinoamericana: orígenes, funciones y opciones para despertarlas.

La experiencia académica

Se ha desempeñado como docente e investigador en la Universitat Pompeu Fabra, en España, y como investigador doctoral y posdoctoral en el Instituto Max Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional, en Alemania. De igual manera, se ha acercado a la academia colombiana como docente de la Universidad del Rosario en el pasado y en un futuro cercano como profesor de posgrado de la Universidad de los Andes y de su casa de estudios, la Universidad de Ibagué.

Sostiene que la docencia es una pasión que complementa su vida tanto laboral como personal. Reflexionar de forma colectiva con estudiantes de varias generaciones sobre diversos temas, y llevar estos a diferentes posibilidades, es un reto que obliga a repensar y co-aprender constantemente.

Ser docente le gusta.“Es un reto. Los estudiantes nos exponen a la posibilidad de repensar contenidos que uno consideraba sólidos. Ese redescubrirse y replantear ideas es lo que me motiva a ser docente”, cuenta.

Y asegura que “por ello, es necesaria la actualización constante, ejercitarnos en la paciencia y generar espacios de aprendizajes más horizontales. La educación en Colombia,  en pleno siglo XXI, continúa siendo mayoritariamente vertical, jerárquica y poco crítica. El reto para todos los docentes a la altura de los desafíos que tenemos en este siglo, es procurar esquemas más horizontales y en los que los alumnos memoricen menos y cuenten con más herramientas que despierten el pensamiento crítico.”  

Peces fuera del agua

Juan tiene la disciplina de dedicarse por más de doce horas al día a trabajar en los temas de su interés, pero también sabe apreciar los distintos colores de la vida. Monta bicicleta y disfruta hablar de otras cosas que lo transporten a ámbitos diferentes a los de su profesión. Tal y como lo hizo en sus épocas de estudiante de pregrado al fundar el cineclub La Persiana o participar en radio con el programa El Ghetto.

Entre su grupo de amigos hay economistas que de vez en cuando no quieren hablar de números, ingenieros que no quieren hablar de estructuras y abogados que no quieren hablar de leyes. Juntos crearon la plataforma Peces fuera del agua, sitio web en el que, cada uno se sale de sus aguas de experticia para exponer sus gustos por las artes.

En este espacio es Juan, simple y llanamente Juan. No escribe sobre temas jurídicos sino que reflexiona sobre temas para los que no se preparó profesionalmente. El portal tiene un número de entradas considerable y, al exponer el proyecto, Juan Herrera sonríe como un niño.

Lo hace como ese niño que luego se hizo adolescente y que, desde Ibagué, se forjó para asumir los grandes retos que todavía están porvenir. 

“Ser egresado de la Universidad de Ibagué me permitió quedarme cerca de mi familia y mi tierra en una etapa clave de la formación de todo ser humano. Además, me dio la posibilidad de entender que desde el Tolima es posible pensar, en términos nacionales, latinoamericanos y globales” concluye Juan Herrera, un egresado orgullosamente Unibagué.